El país cuenta con una rica historia, heredada de antiguas civilizaciones que dejaron un legado imborrable, recordándonos siempre nuestra identidad y origen. En el estado de Jalisco se encuentran diversos destinos que conservan este legado, aunque algunos de ellos son poco conocidos tanto por los residentes como por los visitantes. Etzatlán
Etzatlán es uno de estos lugares, donde se pueden admirar vestigios arqueológicos que revelan secretos de civilizaciones pasadas. Situado en la Región Valles del estado, este municipio no solo destaca por su notable belleza natural, sino también por la calidez y hospitalidad con la que sus habitantes reciben a los visitantes.
Para conocer mejor este rincón de Jalisco hay que adentrarnos en sus puntos imperdibles.
Tumba de tiro
A solo 7 kilómetros del centro del pueblo, en la cima del cerro conocido como “El Arenal”, se ubica la célebre Tumba de Tiro de Etzatlán. Este sitio consiste en un pozo de 16 metros de profundidad que conduce a dos túneles, los cuales llevan a una tumba con tres cámaras excavadas en la roca.
Esta tumba, conocida como entierro El Frijolar, se cree que fue construida en el año 350 a.C., lo que la hace más antigua que las halladas en el sitio de Guachimontones, según los especialistas. Durante varios años, se encontraron diversos objetos arqueológicos de cerámica en el lugar, probablemente pertenecientes a civilizaciones aborígenes. Algunas de estas piezas fueron trasladadas al museo estatal, mientras que otras se exhiben en el museo local.
Palacio de Ocomo Etzatlán
El llamado Palacio de Ocomo es una zona arqueológica situada en la comunidad de Oconahua, a 11 kilómetros de la cabecera municipal, que hasta hace poco no había recibido el reconocimiento adecuado. Aunque las ruinas fueron descubiertas en 1958 por el renombrado arqueólogo y antropólogo Phil C. Weigand, los trabajos de excavación no comenzaron hasta el año 2006.
Se trata de una imponente estructura prehispánica del periodo clásico tardío, con una extensión cercana a los mil metros cuadrados, lo que la convierte en el edificio mesoamericano más grande del occidente del país. La construcción está formada por varios patios interiores y terrazas exteriores que forman una U sobre cuatro plataformas.
La fecha de construcción de esta estructura corresponde a la llamada Tradición Grillo, entre los años 450 y 900 d. C., lo que hace que los vestigios encontrados compartan características con la cerámica de la zona de Tequila. Las escalinatas y el complejo habitacional se encuentran en perfecto estado de conservación. Se espera que las futuras excavaciones, en los próximos años, revelen más secretos tanto al público como a los especialistas.
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Museo Oaxicar
El Museo Oaxicar se encuentra dentro de las instalaciones de la Casa de la Cultura, situada en el número 359 de la calle Mariano Escobedo, a poco más de una cuadra de la Plaza de Armas en el centro del municipio. El museo alberga una amplia colección de piezas arqueológicas, en su mayoría donadas por los habitantes del municipio. Entre los objetos destacados se encuentra la réplica de la tumba de tiro El Frijolar, hallada en el sitio de El Arenal.
Además, el museo exhibe una colección de más de 150 piezas prehispánicas, que incluyen vasijas, figuras antropomorfas, piedras bola y otros objetos ornamentales. Estas piezas provienen de diversos sitios arqueológicos como Santa Rosalía, Hacienda de San Sebastián, Ahualulco, San Juanito y la laguna de Palo Verde.
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