Laguna La María: un paraíso marcado por una leyenda

La Laguna La María es un lugar interesante que combina la belleza natural con una antigua leyenda que le da un aire misterioso. Ubicada en el estado de Colima, a pocos kilómetros del Pueblo Mágico de Comala, esta laguna de origen volcánico se encuentra en las faldas del imponente Volcán de Fuego. Rodeada de densa vegetación, árboles altos y una gran variedad de aves, es un sitio ideal para quienes aman la tranquilidad, el contacto con la naturaleza y el ecoturismo.

El ambiente es fresco y limpio, con senderos que permiten explorar los alrededores y descubrir paisajes únicos. Hay zonas boscosas, cuevas escondidas, caminos entre cafetales y vistas privilegiadas del volcán. También se pueden realizar actividades como caminatas, ciclismo, observación de aves o simplemente descansar en una cabaña rústica entre los sonidos del bosque. En ciertas épocas del año, especialmente en invierno, el clima se torna más frío y la neblina le da al paisaje un toque mágico.

Pero no todo es calma y belleza. Detrás de esta laguna hay una historia oscura que ha pasado de generación en generación. La leyenda cuenta que una mujer llamada María fue víctima de una tragedia relacionada con los celos y fuerzas oscuras. Desde entonces, se dice que su espíritu vaga por el lugar, y algunos visitantes afirman haber sentido su presencia. Esta historia ha convertido a La María en un sitio no solo natural, sino también cargado de misticismo.

La laguna La María es un espacio donde la naturaleza y el misterio conviven, atrayendo tanto a viajeros curiosos como a quienes buscan paz en un entorno alejado del ruido. Sin duda, es un rincón de Colima que invita a ser descubierto.

La leyenda de la laguna La María

En el corazón del estado de Colima, no muy lejos del tranquilo Pueblo Mágico de Comala, se encuentra un rincón rodeado de árboles altos y caminos de tierra húmeda que conducen a un cuerpo de agua tan sereno como enigmático. Es la Laguna La María, un sitio que, más allá de sus paisajes verdes y aguas profundas, guarda una historia que ha pasado de generación en generación como un susurro entre los pobladores.

Quienes han visitado esta laguna saben que es perfecta para acampar, caminar por los senderos o remar en una lancha al atardecer. Sin embargo, pocos se detienen a preguntar por qué lleva ese nombre. La respuesta, según cuentan los más antiguos del lugar, nace de una tragedia que ocurrió hace muchos años, cuando el amor y la desesperación se cruzaron de una forma que nadie pudo imaginar.

La historia comienza en la antigua Hacienda de San Antonio, donde vivía una pareja joven, Jorge y María. Él, un hombre trabajador durante el día, encontraba en las noches su momento para salir a buscar diversión en los pueblos vecinos. A María, por su parte, no le hacía gracia que su esposo desapareciera por horas. Con el tiempo, sus celos comenzaron a llenarla de pensamientos oscuros, hasta que un día, después de que Jorge no regresara a casa por varios días, algo dentro de ella cambió.

Todo perdido…

Esa noche, María sintió que lo había perdido todo. En su desesperación, hizo algo que nunca había imaginado: rogó a fuerzas que no comprendía, pidió que Jorge la amara para siempre, sin importar el precio. El silencio de la noche fue la única respuesta, pero desde entonces, algo invisible pareció habitar los pasillos de la hacienda.

¡Échale un ojo a nuestra revista mensual!

¿Qué más?

Días después, Jorge volvió. Nadie sabe con certeza qué lo retuvo tanto tiempo, pero al llegar encontró la casa vacía. Alarmado, pidió ayuda a los vecinos y al sacerdote del pueblo. Recorrieron caminos, quebradas, sembradíos y, finalmente, llegaron hasta la laguna. Allí, algo llamó su atención: sobre la tierra húmeda y recién removida, había lo que parecía una tumba improvisada. Nadie quería acercarse, pero la angustia pudo más. Cuando se aproximaron, el asombro los dejó sin palabras.

Frente a todos, el cuerpo de María emergió lentamente de la tierra. No había sangre ni señales de violencia, solo su rostro pálido y sereno. Sin decir una palabra, su figura comenzó a flotar hacia el centro de la laguna, hasta que poco a poco se hundió entre las aguas sin dejar rastro.

Desde aquel día, la gente empezó a llamarla “La María”. Algunos aseguran que fue víctima de un hechizo, otros piensan que cumplió una promesa que nunca debía haberse hecho. Lo cierto es que, desde entonces, muchos afirman que en las noches de luna llena, cuando el viento apenas mueve las ramas de los árboles, se oyen lamentos lejanos o se ve una silueta femenina entre la niebla del agua.

Otras historias de la laguna La María

A lo largo del tiempo, la leyenda de La María se ha entrelazado con otras historias similares. Por ejemplo, hay quienes la comparan con la princesa indígena que, según relatos de otras regiones, se lanzó a una laguna tras perder a su amado guerrero. Ambas mujeres fueron movidas por el amor, y ambas encontraron en el agua un refugio eterno.

Hoy, la Laguna La María sigue atrayendo visitantes que buscan contacto con la naturaleza. Pero para quienes conocen la leyenda, cada árbol que rodea la orilla, cada sombra reflejada en el agua, guarda el recuerdo de aquella mujer que entregó su alma por amor.

Te recomendamos:

Conoce las lagunas embrujadas de México y sus historias perturbadoras

No es raro ver a personas sentadas en silencio junto a la laguna, contemplando el agua quieta, como si esperaran ver algo más que paisajes. Tal vez esperan escuchar una voz suave entre el viento, o ver un leve movimiento en el centro del agua. Porque en ese lugar, donde la belleza natural se encuentra con lo sobrenatural, el amor no termina… simplemente cambia de forma.

Y así, entre cantos de aves y hojas que crujen al paso, la historia de María sigue viva. Una historia que no necesita monumentos, porque cada rincón de la laguna la recuerda.

Si quieres conocer de México lee nuestra revista mensual y suscríbete a nuestro canal de YouTube:

The post Laguna La María: un paraíso marcado por una leyenda appeared first on México Ruta Mágica.