¿Dónde hospedarte? Quintana Roo
Restaurantes con diferentes estilos de comida, spa, albercas por doquier, áreas y actividades para niños y adultos, y un servicio de diez que hace tu estadía reconfortante, ¡no te pierdas esta grandiosa aventura por el caribe mexicano! Quintana Roo
Generations Resorts Quintana Roo
El vuelo desde el aeropuerto de Puebla a Cancún duró dos horas. Al llegar al aeropuerto de Cancún nos recibió una camioneta de Lomas Travel, una de las 15 empresas que conforman Grupo Lomas, una Destination Management Company (DMC, por sus siglas en inglés) que actualmente tiene sede en Cancún, Quintana Roo y Valle de Guadalupe en Baja California.
Después de adentrarnos en la selva maya, no pudimos tener mejor bienvenida en el Generations Resorts que una copa de vino blanco espumoso y una toallita refrescante con olor a lavanda que nos relajó complementamente después del viaje, mientras hacíamos el check in. Este resort Todo Incluido cuenta con cinco restaurantes, dos bares, teatro, Lounge familiar, Eko Kids Club y otras amenidades infantiles, pues el hotel, precisamente, se enfoca en alojar familias, no así sus vecinos: El Dorado Casitas Royale y El Dorado Royale, ubicados dentro de la misma zona.
Lo mejor es que como huésped de Generations Resorts, mayor a 18 años, puedes hacer uso de todos los servicios, restaurantes, bares y albercas de El Dorado Casitas Royale y El Dorado Royale gracias a su concepto More Inclusive, que incluye muchísimas más atracciones para disfrutar en familia y que descubrirás más adelante.
Nos llevaron en un carrito de golf a nuestra habitación, una Oceanfront Swim Up Suite, cuyo aroma, amplitud y el acceso directo de nuestra terraza a una alberca semiprivada nos cautivó.
Luego de instalarnos, bajar a la playa a leer un rato en los camastros y relajarnos con la melodía marina de las olas, nos duchamos para la cena, —no sin antes vivir otra deliciosa experiencia multisensorial con los productos de higiene personal con olor a coco con mango de Castelbel.
¿Qué más? Quintana Roo
Como te comenté anteriormente, Generations Resorts ofrece cinco restaurantes:el Chef Market (tipo buffet), Jade (cocina asiática), Wine Kitchen (Restaurant & Tasting Room), Palms (mariscos a las brasas) y Habb (comida hindú), en el que cenamos platillos como pollo Tikka Masala, samosas, biryani, entre otros, preparados por el chef Sanjeev, originario de la India. Antes de dormirnos, nos dimos un chapuzón en la alberca semiprivada frente al mar y pedimos postres.
La experiencia More Inclusive en Quintana Roo que ofrece Generations Resorts también la brindan otros siete resorts más: El Dorado Maroma, El Dorado Royale, El Dorado Casitas Royale, El Dorado Seaside Palms, El Dorado Seaside Suites, Generations Quintana Roo, Palafitos Overwater Bungalows y Hidden Beach Au Naturel Resort.
El concepto More Inclusive redefine la hospitalidad a través de la inclusión de transportación en todo momento, para mayor comodidad del huésped, y de grandiosas experiencias que nos pusieron en contacto con la región y cultura local.
También tuvimos la oportunidad de desayunar en Chef Market, donde hay una gran variedad de platillos, solo te recomendamos llegar temprano, porque si hay boda —en Generations Resorts suelen celebrarse mucho bodas hindúes— ten por seguro que habrá una larga fila. Y en nuestro último día, comimos en el restaurante Palms, que tiene una vista perfecta del mar turquesa de la Quintana Roo.
Por último, te invitamos a recorrer el complejo y conocer el programa diario, pues encontrarás actividades como acuaeróbics, taller de pintura, un Starbucks, boutique, gimnasio, bar en la alberca general y muchísimos espacios encantadores.
Hyatt Ziva Riviera Cancún
Luego del nado con delfines y la visita al Aquarium Cancún, en Plaza la Isla, por fin llegamos a este hotel Todo Incluido, donde también nos recibieron con una toallita refrescante y galletas, agua o vino, para relajarnos un poco.
Este complejo cuenta con nueve restaurantes y cuatro bares, así como un amplio catálogo de eventos como noches de salsa, danza africana, música disco y más. Asimismo, encontrarás nueve piscinas cristalinas, un KidZ Club, con actividades y supervisión, y un parque acuático con toboganes frente al mar para los más peques, un Zen Spa con exóticos tratamientos que podrás disfrutar con reservación previa, cenas románticas privadas, entre otras gratas sorpresas.
Algunos servicios del hotel son room service 24/7, centro de negocios, gimnasio, concierge, lavandería, espacios para reuniones y más.
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Descanso en habitación
Después de descansar un rato en la cama de nuestra habitación, cuya decoración juega en sus paredes con tonos azulados y blancos que transmiten muchísima paz, y de comernos las deliciosas trufas de chocolate y de guardar la gorra y el juguete-alebrije de madera que amablemente nos dejaron como bienvenida al hotel, nos preparamos para ir a cenar al restaurante Vivace, de comida italiana y mediterránea, donde probamos el pollo a la parmesana, ensaladas y una pasta deliciosa.
Más noche, fuimos a ver un espectáculo de danza africana y luego terminamos dobleteando la cena en Off the Court, un sport bar, donde disfrutamos de música, una amena charla, unas alitas, un ojo rojo —así le dicen a las micheladas con clamato—, una Harley Quinn y más mixología que preparaba el bar tender. A la mañana siguiente, desayunamos en Afthonia, un restaurante buffet y partimos rumbo al parque acuático Aqua Nick y a Xenses Insomnia.
El último día, muy de mañana, disfrutamos de las albercas, una con una vista preciosa frente al mar, y otra que estaba frente a nuestra habitación, ubicada en la planta baja.
¿Qué hacer en Quintana Roo?
Además de una estadía lujosa y placentera, los complejos pertenecientes a grupo lomas ofrecen el concepto more inclusive con actividades en familia o pareja como paseo en catamarán y esnórquel, entrada a aqua nick, nado en cenote y ecoturismo. También vimos el show Joya by Cirque Du Soleil, nadamos con delfines y visitamos el Parque Xenses.
Paseo en catamarán y esnórquel
Nos levantamos temprano para llegar a Punta Maroma, calificada como una de las más bonitas del mundo por Tripadvisor, que nos recibió con sus aguas cristalinas y su fina y clara arena, que parecía harina, según mis compañeritos más pequeños del viaje, la cual no dejaba de maravillarlos —y maravillarme a mí también, honestamente—. Subimos al muelle donde nos esperaba un catamarán que nos llevó mar adentro. Después de algunas piñadas, aguas y cerveza, nos dieron instrucciones —en inglés y español— para colocarnos el equipo de seguridad y de cómo debíamos comportarnos en el mar.
Comida y playita
Finalmente, llegó la hora de la verdad y no me lancé al mar, bajé temerosa por las escaleras —porque tenía años que no hacía esnórquel, es más ni nadar sé—, pero segura y cosmopolita, me aventuré en el mar y me alejé tanto de la embarcación, olvidando que debía esperar a mi compañerita de viaje Arlette que me estaba grabando —“Y se marchó” suena de fondo—.
Al sumergirme, un banco de coloridos peces me recibió, les juro que casi chocan conmigo, pero esto me motivó a perder el miedo y seguir avanzando, luego vi a una tortuga marina y más peces, y, casi al final, una mantarraya. En algún punto mi amiga me alcanzó y regresamos al bote, luego, a la playa y como ya era hora de comer, entramos al restaurante Cocotales con coloridos adornos en cada stand de comida y fruta colgando del techo que le daba un toque muy caribeño.
Probamos de todo; desde un cevichito de pulpo y pasta de cuatro quesos hasta pizza al horno y tacos de cochinita pibil y barbacoa. En verdad, el buffet está super deli. En Punta Maroma también podrás realizar actividades como kayak y paddle boarding, ya incluidas en el paquete More Inclusive.
Joyà by Circus Du Soleil
Luego de una exquisita comida, regresamos a Generations Resort a cambiarnos para presenciar un espectáculo que nos dejó boquiabiertos. Desde que llegamos al Teatro Vidanta Quintana Roo, un complejo de la ostentosa y exclusiva cadena hotelera y de bienes raíces Vidanta, me sorprendió el lujo en cada detalle decorativo, arquitectónico y gastronómico, pues, antes de entrar a la función, cenamos en Nektar, un restaurante de cocina yucateca con mixología única y platillos suculentos.
Joyà es un show lleno de acrobacias, metáforas y efectos especiales que disfrutamos con una copa de champagne y canapés de salmón, queso de cabra, carpaccio de res, trufas y ganache de chocolate, entre otras delicias gourmet. Para que los niños disfruten la función, venden aparte un combo de refresco y palomitas.
Joyà by Circus Du Soleil cuenta la historia de una niña rebelde que frecuenta a su abuelo para entender más sobre el significado de su entorno. Su abuelo es, aparentemente, un científico desentrañando los secretos del mundo y mostrándoselos a su nieta Joyà. La obra alude a la iconografía maya en los personajes así como al viaje migratorio de la mariposa monarca. Aquí verás a una sensual bailarina malabarear en las alturas sin caerse, entusiastas equilibristas que se cargan entre ellos, contorsionistas sosteniéndose sobre un bastón en un show acuático, trampolinistas dominando la gravedad y muchas acrobacias más.
Durante todo el show, caerán varios personajes del techo de una manera inesperada y asombrosa, como una cantante de ópera con peces a su alrededor y un astronauta perdido. Con la vista y el corazón contentos, regresamos al hotel.
Acuario, delfines y pizzas
En nuestro segundo día, las sorpresas seguían, pues en esta ocasión visitamos el Aquarium Cancún, un acuario interactivo que alberga 140 especies marinas que pudimos observar a través de las numerosas peceras e, incluso, ¡tocar! —léase con tono de niña emocionada— como las estrellas o el pepino de mar. También visitamos los ajolotes mexicanos, una exhibición única en el sureste mexicano. El ajolote que más llamó mi atención fue uno blanco que parecía sonreír.
Aunque no la realizamos, fuimos testigos de la experiencia AquaTrek, que consiste en meterte a nadar y alimentar a los peces, usando un casco especial que te permite respirar con normalidad, es más, puedes realizar esta actividad sin saber nadar.
También visitamos al león marino Me’ex, que significa “bigotes” en maya, el cual nació en el complejo, pesa 202 kilogramos y tiene 9 años. El animalito nos enseñó algunos trucos: imitó a una foca —las formas de las patas y las orejas diferencian a una foca de un león marino- y su rugido. Pero lo que, lo mejor del día fue, sin duda alguna, la convivencia con los delfines. Te recomiendo no colocarse bloqueador porque te ducharás antes de meterte con los delfines. A nosotros nos tocó interactuar con Yaxnak, que significa llovizna en maya. Una delfincita muy inteligente que hizo varias piruetas ya estudiadas, y hasta pudimos nadar tomados de su aleta.
Después de esta aventura acuática, recorrimos Plaza La Isla, donde se encuentra el acuario y varias tiendas de lujo. Comimos en La Pizarra, una pizzería frente al mar donde degustamos ensalada caprese, costilla de cordero marinada, filete de portobello y pizzas, mientras los niños preparaban sus propias pizzas. El lugar tiene unos columpios frente al mar que conforman un spot perfecto para fotografiarse.
Aqua Nick
Llegamos temprano al parque Aqua Nick dentro del Hotel Nickelodeon, y lo primero que vimos fue la enorme tienda de souvenirs, donde encontrarás peluches, pantuflas, playeras, libretas, termos y más —eso sí, lleva bastante presupuesto porque los precios son elevados—, luego te podías tomar foto con un personaje de Nickelodeon, por supuesto que aprovechamos y nos tomamos fotos con Arenita de Bob Esponja. Antes de entrar al parque, nos dieron una toalla y los niños que nos acompañaban desaparecieron inmediatamente entre la multitud y el agua, y cómo no, ¡era un oasis infantil!
Con coloridos toboganes por doquier, una simulación de Fondo de Bikini donde se distinguía la casita de Bob Esponja, otra área llena de los personajes de Paw Patrol, albercas con olas, pasillos con aspersores y un tranquilo río donde podías descansar en tu donita inflable o, bien, irte a comer un snack a la zona de Aqua Bites, unos pequeños kioscos que ofrecen pizzas, hamburguesas, hot dogs, chicken tenders, helados y más. Si quieres un descanso más privado, el parque ofrece cabañas con televisión, minibar y mayordomo incluidos.
La euforia del momento y ver a los personajes de tu infancia, revive inexorablemente al niño interior que todos tenemos y muchas veces silenciamos, y, sin pena ni miedo al éxito, participamos en la fiesta de slime de la cual salimos llenos de esa sustancia pegajosa color verde pero realizados. También nos aventamos de dos toboganes —donde mis gritos dejaron en claro que miedosa sí soy— y navegamos por el río lento, olvidándonos del ajetreo cotidiano un buen rato.
El parque cuenta con el restaurante Nick Bistro que ofrece una experiencia gourmet inclusive, el servicio tiene costo extra por persona.
XENSES INSOMNIA BY XCARET
El día no paró ahí, pues por la tarde llegamos a una de las tantas experiencias que ofrece Grupo Xcaret. Xenses Insomnia es el único parque nocturno para toda la familia en Quintana Roo. Desde que entramos, estuvimos dando como cinco vueltas para saber cómo salir de los baños -creo que más pena que orgullo me dio, pero lo que quiero explicar es que desde la entrada los letreros son confusos y los objetos que verás también, como el escusado-bebedero en los baños, donde sí tomé agüita, pero, descuida, es potable.
Después, entramos al Camino de Enanos y Gigantes, que juega con la distancia y el tamaño, Xenses ofrece 50 escenarios donde nada es lo que parece, además de desafiantes actividades como Xensatorium, un laberinto a oscuras donde experimentarás los ecosistemas a tientas en una vivencia multisensorial, luego saldrás por cavernas donde hay cenotes, murciélagos, flamencos y más sorpresas en medio de la selva maya.
Continuamos el camino de aventura y nos dirigimos hacia el pueblito chueco donde el equilibrio se volverá tu mejor aliado, porque la gravedad tratará de arrastrarte para que no avances. Llegamos al Edén y Jardín Cítrico, un sitio lleno de hamacas donde abundan las burbujas de humo y hay música relajante que te hará entrar en una calma misteriosa.
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A nosotros ya no nos dio tiempo, pero las últimas actividades de la travesía consistían en lanzarse por un tobogán, volar por tirolesa en el Vuelo de Búho y llenarte de lodo en Lodorama.
Antes de salirnos, pasamos al Obsequiario, donde Arlette se surtió muy bien de souvenirs.
¡Ilusiones ópticas y escenarios fantásticos te esperan en Xenses!
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