Tehuacán, ubicado al sureste del estado de Puebla, es una de las ciudades más antiguas de Mesoamérica. Su historia comienza hace más de ocho mil años, cuando los primeros grupos humanos se asentaron en esta zona semidesértica. Estos pueblos no solo aprendieron a sobrevivir en un entorno difícil, sino que también desarrollaron uno de los avances más importantes de la humanidad: la domesticación del maíz. Por esta razón, a Tehuacán se le conoce como la cuna del maíz, ya que aquí se han encontrado vestigios de las primeras plantas domesticadas.
Con el paso del tiempo, diversas culturas habitaron la región, entre ellas los popolocas, quienes dejaron una huella profunda en la arquitectura, el arte y las tradiciones. Prueba de ello es la zona arqueológica de Tehuacán el Viejo, donde aún se pueden ver restos de templos, altares y sistemas de recolección de agua.

Foto: X / @EsMexicoExplore
Durante la época colonial, Tehuacán cobró importancia como punto estratégico en el comercio entre Oaxaca y Puebla. La ciudad creció alrededor de iglesias, conventos y edificios civiles que todavía hoy forman parte del centro histórico. En ese tiempo también comenzó a destacarse por sus aguas minerales, que más adelante darían fama al lugar.
A lo largo de los siglos, Tehuacán ha sabido conservar su esencia. Hoy en día, combina su pasado prehispánico y colonial con una vida moderna activa. Es un lugar donde se puede caminar por calles llenas de historia, conocer museos que resguardan hallazgos únicos y vivir tradiciones que siguen vigentes. Esta mezcla de pasado y presente ha hecho de Tehuacán un sitio especial, lleno de identidad y orgullo, donde la historia no se cuenta solo en libros, sino en cada rincón, en cada piedra y en cada costumbre que permanece viva.

Foto: X / @Puebla
¿Qué hacer en Tehuacán?
Aquí te va una lista de las mejores cosas por hacer en esta linda ciudad:
- Catedral de la Inmaculada Concepción
- Ex Convento de San Francisco
- Jardín Botánico Helia Bravo Hollis
- Manantiales Peñafiel y Garci-Crespo
- Museo de Mineralogía
- Museo de Sitio Tehuacán
- Museo del Valle de Tehuacán
- Zona Arqueológica El Viejo
Catedral de la Inmaculada Concepción
La construyeron para conmemorar los 203 años de la caída de Tenochtitlán, usando piedra y adobe, como se acostumbraba en ese tiempo. Hoy es uno de los edificios más representativos de la ciudad, aunque no fue hasta 1962 que esta iglesia fue reconocida oficialmente como catedral.
Lo que más destaca son los códices y las plumas verdes de quetzal combinadas con el estilo renacentista llamado ‘hojas de canto’; un claro ejemplo del encuentro entre lo católico y lo prehispánico.

Foto: FB / Santa Iglesia Catedral de Tehuacán
Ex Convento de San Francisco
Se construyó en el siglo XVI con la intención de que los franciscanos se quedaran de manera permanente, ya que antes solo estaban en Huejotzingo. Hoy todavía se conservan varios espacios de aquella época, como un cuarto con horno que pudo ser la cocina, la sala donde rezaban, las celdas donde dormían los frailes, entre otros.
La fachada del templo es muy simple y sólo tiene una torre. En el altar mayor, ahora se rinde honor a San Francisco de Asís.


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Más atractivos
Jardín Botánico Helia Bravo Hollis
Este jardín se encuentra dentro de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán y está rodeado por una gran variedad de cactáceas que crecen en su ambiente natural. Hay varios caminos para recorrer a pie, desde donde se pueden ver cactus gigantes, algunos de ellos en peligro de desaparecer.
También está el Cerro de Cuthá, un sitio que fue sagrado para los popolocas. Justo al pie del cerro todavía se conservan un antiguo horno de cal y una salina de tiempos prehispánicos.

Foto: México Ruta Mágica
Manantiales Peñafiel y Garci-Crespo
Al entrar a este museo, el recorrido comienza con la historia del manantial, desde el año 1445, cuando los antiguos pobladores ya conocían las propiedades curativas de sus aguas minerales.
Luego se pasa frente a un mural de Desiderio Hernández Xochitiotzin que cuenta la historia de Tehuacán. También hay un jardín lleno de cactáceas, varias salas con máquinas antiguas, manuales y objetos curiosos, hasta que se llega al sitio exacto donde nace el manantial.



Museo de Mineralogía
Detrás de este museo está Don Miguel Romero Sánchez, un apasionado que dedicó su vida a reunir más de diez mil muestras de minerales que muestran cómo ha cambiado la corteza terrestre con el paso del tiempo.
El museo abrió en 1998, justo un año después de que él falleciera. Hoy cualquiera puede visitar y asombrarse con las formas, texturas y colores de los minerales, además de ver rocas, fósiles y hasta fragmentos de meteoritos.
Para cerrar
Museo de Sitio Tehuacán
En este museo se puede conocer lo esencial sobre la arqueología de Ndachjian, que fue tanto un centro religioso como político. Hay 80 piezas en exhibición, distribuidas en tres salas que ayudan a entender mejor esta antigua ciudad.
Muy cerca del museo, a solo 800 metros, está la Zona Arqueológica. Su arquitectura llama la atención por cómo se adaptaron las construcciones a los desniveles de la meseta. Ahí se encuentran casas de sacerdotes y gobernantes, templos, bases piramidales, un sistema de drenaje, canales de agua, el templo principal y el famoso templo de las calaveras.

Foto: X / @PueblaMuseos



Museo del Valle de Tehuacán
Este museo se encuentra dentro del Ex Convento del Carmen, un edificio del siglo XVIII, y está dedicado al maíz. Ahí se explica cómo fue domesticado, el uso del agua en su cultivo y se muestra una mazorca de teozintle, considerada la más antigua hallada en México. Todo gira en torno a este cereal que fue clave en el desarrollo de Mesoamérica.
Durante el recorrido se pueden ver semillas antiguas, utensilios usados para preparar los alimentos, piezas de cerámica, máscaras y chimallis que dan vida a la historia del maíz.


Foto: X / @Calpordan

Zona Arqueológica El Viejo
También llamado Tehuacán Viejo, este sitio destaca por su templo, donde hallaron calaveras pegadas con estuco en las paredes. Todo indica que estaba dedicado a Mictlantecuhtli, el dios del inframundo, por eso también se le conoce como el Templo de las Calaveras.
Es el único templo encontrado hasta ahora que honra a esta deidad de la muerte, aunque en el lugar también hay otras construcciones que reflejan la riqueza de la cultura popoloca.
¿Dónde comer en Tehuacán?
La Greca
Este lugar tiene un menú inspirado en la cocina oaxaqueña, gracias a la cercanía con ese estado. Es perfecto si se antoja una tlayuda con cecina, chistorra o carne enchilada, aunque también hay platos más completos, siendo los cortes a la parrilla los que más destacan. Sirven desayunos y uno de los favoritos de muchos es el pozole.
Arrecifes
Si lo tuyo son los sabores del mar, entonces tienes que visitar Los Arrecifes. Ahí encontrarás una gran variedad de mariscos y pescados, tanto nacionales como traídos del extranjero. Entre las opciones hay cigala, langosta, salmón, gambas y mucho más. Además, cuenta con una zona de juegos, lo que lo hace perfecto para disfrutar en familia.
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Casa Vieja
Este restaurante está en el corazón de una hacienda del siglo XVIII, y su menú es tan impresionante como el lugar mismo. Ofrece una amplia variedad de platillos regionales e internacionales, además de bufet para desayunos y un menú ejecutivo. Su Bar La Cúpula es perfecto para relajarse y disfrutar de buenos cocteles.
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